“Rectificar es de sabios” es un artículo escrito por Ernesto Bettschen.
El otro día, para aprovechar el tiempo antes de la “quedada inversora” lanzada desde “MuchoInvertir” (y a la que tuve el placer –que lo fue- de asistir), me acerqué a la presentación de resultados de la gestora “BestInver”. Y allí estuve.
Considero importante aclarar que yo no soy cliente de “BestInver”, pero dada su trayectoria y renombre, consideré podría resultar interesante acudir y allí me presenté.
Otra observación que considero necesario hacer es que, incluso después de asistir, y considerar su cartera de productos como una opción bastante sensata de inversión, personalmente me parece más interesante apostar por una cartera tipo “Bogleheads”.
La verdad es que la presentación me decepciono un poco. No por los resultados. Ni por la puesta en escena (algo que, si fuera inversor con ellos, tampoco me haría demasiada gracia), sino por la ligereza de la mayoría de las explicaciones, y, tal vez, porque el concepto de “value investing” lo tengo ya interiorizado y su operativa la tengo asumida.
Pero no lo considero una pérdida de tiempo y hubo algún momento que me hizo reflexionar hasta el punto de afectar a mi estrategia.
Concretamente me sorprendió la respuesta a una pregunta que formularon en la sala: “Soy un inversor de 65 años. ¿Dónde debería invertir?”.
Pregunta ambigua. Y respuesta, como no podía ser de otra manera, ambigua también.
Si alguien me la formulase a mí, creo que mi contestación sería algo como “veámonos luego tomando un café, y me cuenta un poco más, porque con esos datos considero del todo imposible responder”. Yo qué sé: es una de esas el que formula la pregunta es millonario…
Pero la respuesta –que la hubo- fue algo más del tipo: “Hace unos años le hubiese aconsejado algo conservador, pero con una esperanza de vida que avanza con paso firme hacia los cien años… no desestimaría tener un importante porcentaje en renta variable… porque espero que Vd. viva muchísimos años”.
– ¡GLUP!. Pues esto sí que es verdad…
Es verdad. La esperanza de vida es un factor a tener muy en cuenta en nuestra estrategia inversora. Parémonos a pensar en un inversor que empieza a formar su cartera a los 30 años, con intención de jubilarse a los 65. Es significa que tiene por delante 35 años para ir alimentando su inversión.
Y a los 65, a vivir, que para eso hemos trabajado y puesto a trabajar nuestro dinero. Y hasta los 100… mientras el cuerpo aguante, y aguante bien. Y de los 65 hasta los 100, pues son otros 35 años. El mismo periodo de tiempo.
Eso significa que si aplicamos la estrategia “Bogleheads” de manera purista, y vamos balanceando la proporción de Renta Variable y Renta Fija con respecto a nuestra edad con la intención de evitarnos sobresaltos a la hora de recuperar el dinero… creo que podemos incurrir en el riesgo de que más allá de los 80 años, se tenga tan poca proporción de renta variable que la cartera empiece a resentirse. Con 80 años, y otros hipotéticos 20 por delante (¡o incluso más!)… un 30% (110 – edad) de Renta Variable (y disminuyendo) podría no ser suficiente para que la cartera fuera sostenible.
Interesante reflexión…
… que me lleva a decir que “donde dije digo digo Diego”… y que rectificar es de sabios. Y rectifico. Debe mantenerse un mínimo en la proporción de renta Variable que sea capaz de sostener la cartera indefinidamente. Y un 30% se me antoja el mínimo infranqueable. Y este sería el esquema más conservador al que llegar, porque franquearlo supondría (paradójicamente) incurrir en el riesgo de que la cartera se “desinfle”.
Personalmente, creo que para dotar a la certera de una sostenibilidad indefinida, será necesario como poco un 40% de Renta variable. Pero estos cálculos los tengo pendientes de simular.
Así que la asistencia a la presentación de resultados de “BestInver” no ha caído en saco roto. Y esa simple pregunta, tiene un efecto interesante en mi estrategia.
Y como soy humano, saco la goma de borrar. Porque el ser humano, consciente de su falibilidad, después de inventar el lápiz, le añadió una gomita en un extremo, a sabiendas de que errar es de humanos, y de que rectificar, al fin y al cabo, es de sabios.
Interesante reflexión, y a la vez muy cierta. En nuestra carrera de largo plazo es impensable no ir rectificando el plan con el paso del tiempo, ya que vamos aprendiendo día a día y cerrarse en un plan fijo sin alterarlo durante 40 o 50 años puede ser fatal.
Estoy contigo en lo de la cartera Boglehead, es hacia donde estoy tendiendo mi forma de invertir, y es que creo que es una estrategia excelente y a la vez muy muy sencilla. Por ahora mi intención es tener un porcentaje de RV muy elevado, la verdad es que no me he planteado como quiero que sea en 30 años ya que seguro que habrá cambiado al menos ligeramente mi forma de pensar.
Saludos!
Hola Marc Frau,
Yo hasta ahora, he aplicado la fórmula que figura en la entrada de «BogleHeads» (http://www.findependencia.com/bogleheads/), destinando a RV unporcentaje obtenido de restar a 110 mi edad. Y el resto en renta fija. Pero es verdad que el otro día la pregunta en la conferencia de inversores de BestInver me hizo reflexionar sobre el tema…
A los 65 años: un 45% de RV y un 55% de RF.
A los 75 años: un 35% de RV y un 65% de RF.
A los 80 años: un 25% de RV y un 75% de RF.
Me gusta que sea tan automático. Es bastante lógico que con la edad, es casi seguro que las fluctuaciones del mercado no le sientan a uno igual que ahora…
Pero no sé… un 25% de RV y disminuyendo… se me antoja poco… aunque supongo que tampoco deja de tener lógica, porque a esa edad, supuestamente los gastos (a excepción de los de salud) deberían estar más o menos cubiertos…
Pero siendo realista, hay que ser consciente de que , en muchos casos será inevitable, incluso desde mucho antes, empezar a «comerse» el principal. Porque llegar a vivir exclusivamente de las rentas es bastante complicado…
Así que si veo un % mínimo de renta variable. Si saco un rato, voy a ponerme con ello y voy a hacer un análisis de Montecarlo con los datos del mercado desde los años 70… y a ver a que conclusiones llego. Espero poder compartirlas por aquí.
Y me va la vida en ello, porque a los 80 pienso seguir «repartiendo juego»… 😉
Interesante entrada.
Si se trata de que la carrera sea sostenible siempre, esa regla debe aplicarse sólo como orientación.
Slds
Hola VagoTrabajador,
En el mundo de la inversión, nunca hay nada escrito. Siempre todo está por escribir… Así que tienes razón: sólo puede servir de orientación. Nunca de regla.
¡Gracias por tu comentario!
Hola Ernesto,
Gracias a Fansworth y a ti por las enseñanzas del blog.
Iba leyendo y mentalmente he conectado con algo que uso a diario, esa Pila de Producto que se refina y evoluciona, que es nuestra propia inversión.
Resulta que las filosofías Lean pueden ayudarnos también al invertir.
La inversión como producto vivo, que se revisa y prioriza de forma periodica (unos cada día, otros cada mes, cada año), incluye distintos tipos de inversión, con pequeñas modificaciones en una línea que funciona o prototipos disruptivos asumiendo más riesgo; puede incluir técnicas conocidas o bien explorar productos novedosos con alta incertidumbre.
Y también, en esto de invertir, debemos llevar en el ADN conceptos como Mejora Continua, retrospectiva, respuesta al cambio, diversificación, visión tanto a corto como a largo plazo, estudio del mercado y de la competencia para ver como afecta a tu «backlog de iniciativas»…; es decir, resulta que soy el Product Owner de este producto que vamos modelando llamado «mi cartera de inversión». Y que voy a serlo hasta que me jubile… o puede que se lo pase a mis hijos!! No es tontería… más vale aprender, y si hay que rectificar y ajustar, mejor, será que le hacemos caso y le ponemos interés.
Porque si no, ya lo decía mi abuelo que trabajaba en el campo: «el que tenga una hacienda, que la atienda o que la venda». Que sabios los mayores.
Aquí lo malo es que el dicho «unas veces se gana, otras se aprende» con el dinero, ¡es una verdad matemática!
Saludos
Hola,
Hace relativamente poco tiempo he leído, aunque no recuerdo dónde, que el conocimiento implica sufrimiento… En este caso el sufrimiento deriva de la paradoja de que, con los datos que conocemos hoy, y de ahí la realidad que podemos atisbar a 20- 30 años vista, una esperanza de vida que supere los 80 años empieza a transformarse en un riesgo.
Afortunadamente, el conocimiento también nos permite anticiparnos a la jugada y realizar correcciones a nuestro plan o diseñar una estrategia alternativa, como la de Bogleheads que comenta Ernesto.
Un saludo y gracias por compartir vuestro conocimiento.
Hola a todos,
Y digo yo, si llevo 21 años con 100% en RV y 0% en RF, hace 8 que alcancé la IF y a estas alturas tengo más capital que nunca.
Porqué iba a rajarme ahora y volverme conservador?
Que estudios hay, que indiquen que los 35 años siguientes a mi 65 cumpleaños la RV no va a subir?
Yo veo mi cartera como algo vivo que me va a sebrevivir. Me gusta más pensar si será mi hijo o mi nieto el que llegue a los 1.000 M€ y no estar pensando si me llegará para sobrevivir. Llevo 21 años en esto y me quedan 25 para la supuesta jubilación, si todo sigue según lo planeado para esa fecha mis ingresos anuales serán 10 veces superiores a mis gastos actuales.
No sé cual es el motivo de intentar meterle palos a las ruedas si cada año que pasa puedo subir el nivel de gasto sin por ello perder potencial de ahorro.
No hay peor final de vida que sobrevivir a tu patrimonio, si estar 100% invertido me ha hecho ganar dinero consistentemente, porqué modificarlo con la edad? Yo no quiero que mi patrimonio se muera conmigo.
Saludos.