«Pero… ¿por qué haces esto?» es una entrada escrita por Ernesto Bettschen.
Cuando empecé a escribir en (f)independencia lo hice con la idea de trabajar en un proyecto de divulgación, sin ánimo de lucro y con el convencimiento de que lo que iba a hacer podría ayudar a algunas personas. A día de hoy, creo que (f)independencia sigue respetando los principios de su génesis.
En años anteriores ya había tenido encuentros presenciales con algunos lectores, pero 2018 me ha permitido acercarme con más frecuencia a algunos de ellos, y hemos compartido más que interesantes momentos…
Como primera observación, me quedo con que a la gente le preocupa el dinero y me contacta exclusivamente por este motivo. Atómicamente. Y esto me dice que debo trabajar un poco más en los tres aspectos sobre los que se fundamenta la (f)independencia (habilidades técnicas, habilidades interpersonales y habilidades financieras), y no sólo sobre la vertiente financiera, aunque sea lo que más demanda la gente. El dinero tiene que ser una consecuencia, y para que así sea, los otros dos aspectos deben cuidarse con el mismo interés.
Como segunda observación, diré que la experiencia me está encantando. De cada reunión que he mantenido me llevo unas cuantas lecciones aprendidas… y por analogía con el mundo financiero que tanto interesa, esto para mí es como una reinversión de dividendos pero en conocimiento.
En las reuniones que mantengo aparece recurrentemente una pregunta: “Pero… ¿por qué haces esto?”. Y percibo con la pregunta la incredulidad de que alguien pueda estar dedicando su tiempo sin otro interés que el divulgativo… que el de tratar de ayudar… que el de aportar algo…
Al principio a muchos les cuesta creer que no tenga otro tipo de interés, que no trabaje para nadie o sea intermediario de alguna entidad o me lleve comisión por algo… No les cuadra. No lo conciben. No entienden que alguien pueda hacer algo sin esperar nada a cambio.
La verdad es que no espero nada a cambio. Pero tengo que reconocer que desde la primera vez que me senté con alguien, empecé a obtener una renta que puede ser que resulte complicada de entender… Aparte de la propia experiencia de conocer gente diversa, salgo de los encuentros con motivación, con satisfacción personal, con ideas nuevas…
Y entonces la respuesta a la pregunta de “¿por qué haces esto?” se vuelve sencilla: lo hago porque me gusta, porque puedo hacerlo, y porque puedo hacerlo así, sin interés ni dependencia con nada ni con nadie. Por convencimiento personal. Porque si fuese de otra forma tal vez se viciaría de algún modo. Tal vez me hiciese volverme más ambicioso… y todo se desvirtuase…
Y también, por mi familia. Para que por lo menos tengan la referencia de lo que a mí me funcionó. Para que me conozcan un poco mejor por lo que dejo escrito y para que se lleven como herencia la enseñanza de la pesca y no los peces.
Gracias señor Ernesto Bettschen.
Hola Nour, bienvenido.
Gracias a vosotros, que nos dedicáis vuestro tiempo.
Un saludo.
Gracias ernesto,me encantan tus articulos,tu blog es distinto al resto de blogs de inversion…..te hace pensar. Gracias y un abrazot
Hola Miguelo,
Gracias por tu comentario, es de esos que dan sentido a todo esto que hago. 😉
¡Bienvenido!
Al final, aún sin esperarlo o desearlo, todas nuestras acciones nos deparan algún resultado.
Muchas veces, más valioso que cualquier bien material.
Un placer leer este blog, como siempre.
Un saludo.
Gracias Machete,
«Acción». Esa es la clave. Hacer algo. Equivocarse es mejor que hacer lo que hace el resto, en muchos casos, por pura inercia. Las acciones, como dices, provocan resultados. Buenos o malos. Paradójicamente, la equivocación es un maravilloso mecanismo de aprendizaje.
Un placer verte de nuevo por aquí.
Siempre dando en el clavo… partiendo del comentario de un sabio amigo…»El trabajo dignifica» la inaccion no.»