¡Maldita inflación!

   No conozco ningún buscador de independencia financiera que no haga proyecciones sobre el futuro de su inversión. Es difícil resistirse a echar la cuenta de cómo estaré dentro de X años.

   Y si, el interés compuesto es un poderosísimo factor, pero desgraciadamente no lo dice todo.

   Además de la gran “mordida” de Papá Estado (el peor padre del mundo), está la inflación, que desgraciadamente para nosotros también se apoya en el interés compuesto para mermar nuestras inversiones.

   Una burda estadística dice que el poder adquisitivo del dinero se reduce en un 50% debido a la maldita inflación. Creo que no debe andar muy desencaminada.

   Y teniendo en cuenta estos factores es cuando nuestra proyección debería hacernos ver lo duro de nuestro plan: un prometedor inversor de 45 años, con intención de retirarse a los 65 años y una cartera de 100.000€, sobre la que hace un esfuerzo de aportación de 4.000€ anuales y obtiene una rentabilidad por dividendo del 3,5% que también revierte, incrementando un 4% anual su aportación, llegará a juntar (con una constancia que el transcurrir de la vida me permite tachar de dudosa credibilidad, y una linealidad en el mercado nunca vista) un millón de €uros al final de su estrategia. De ese millón, casi la mitad habrán sido aportaciones suyas. El resto, rentas. Y también, en ese momento obtendría unos 27.500€ de dividendos netos (después de un 21% de impuestos), con un poder adquisitivo que tras pasar por la “muela” de la inflación equivaldrían a poco más de 15.000€ netos…

   Mileurista a la vejez si Papá Estado no responde.

   Pero “más que muchos”, no te quepa la menor duda.

   Vaya, he caído en la trampa y se me ha escapado una proyección. Siento decirte que vale para bastante poco. El mundo real se encarga de hacer bailar las cifras hasta límites insospechados. Pero bueno, aunque sea una simple proyección, por lo menos va desmaquillada con unas pequeñas pinceladas de realismo (inflación e impuestos).

   Y con este ejemplo (cuestionable matemáticamente por dónde se le mire, lo sé), lejos de fomentar el desánimo, lo que pretendo es concienciar de la importancia de esas máximas que todo buscador de independencia financiera está harto de escuchar, pero sobre todo, de una:

                                      Empieza cuanto antes.

… y así, ¡lo tendrás mucho más fácil para llegar a ser (f)independiente!


P.D.- Los resultados se han obtenido con cálculos lineales y en base a los siguientes porcentajes:

Inflación:                                                              3,00%

Impuesto al dividendo:                                       21,00%

Tasa anual de incremento de dividendo:             7,00%

Tasa anual de crecimiento de la contribución:   4,00%

Un par de sugerencias.

   El verano me ha brindado la oportunidad de disponer de un poco más de tiempo para mi, y así, he aprovechado para ver un documental y una película relativos a la crisis iniciada en 2007 y que quiero compartir con vosotros.

   El documental: «Cuando estallan las burbujas», un más que interesante resumen de todo el entramado que originó la citada crisis de 2007. Resumido sencillamente: espeluznante… pero muy recomendable.

   Y, sobre el mismo tema, una película: «La gran apuesta», que trata sobre unos pocos que vieron con anticipación lo que algunos ocultaron y nadie vió, y jugaron sus cartas contradiciendo al sistema y a lo que nunca antes había sucedido.

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   Si como yo, disponéis de algo de tiempo para vosotros, tal vez dedicar vuestro valiosísimo tiempo sea realmente una buena inversión…

   Y después de ver cada uno de ellos, me ha surgido la misma pregunta: ¿Y ahora qué?… porque cómo veréis, lo pasado, pasado está, pero realmente todavía no se ha escrito la última línea de esta historia… y parece que la solución al problema de base se está dejando al azar…

   Y el objetivo de compartir esto con vosotros es únicamente haceros reflexionar sobre ese asunto mediante una sencilla pregunta: ¿tienes una estrategia de salida ? (o cómo diablos podrías empezar a vivir de tu dinero si en el momento de tener que empezar a hacerlo más del 50% de tus valores han suspendido el dividendo y las cotizaciones están por los suelos).

   Para cuando hayáis visto las dos sugerencias anteriores, de postre, os dejo también por aquí una perla humorística sobre el tema. ¡No tiene desperdicio!

   No me malinterpretéis, que no soy ni pesimista ni catastrofista, y mis activos financieros siguen en el mercado. Pero esa estrategia de salida hay que tenerla, porque el futuro está aún por escribirse y puede ponernos algun escollo en nuestro rumbo a la (f)independencia.